189 años de nuestra querida, amada, añorada patria.

189 años de "independencia" (?).

189 años desde que un personajes foráneo hizo el "favor" de libertarnos para poder conseguir, mediante la nuestra, su propia libertad. Y luego nos hizo una bandera y gobernó y todo eso que ya sabes. Y desde aquél momento, acostumbramos celebrar ese día como el nacimiento de nuestra nación. Aquella que algunos llamamos MADRE PATRIA (porque para mi, la única Madre Patria que existe es aquella que me vió nacer, crecer, sufrir)... Nuestra envejecida y golpeada madre...

Pero, ¿qué tan feliz crees que se sentiría una madre en su onomástico si supiera que sus hijos mueren y sus hermanos no hacen nada o, incluso, a veces ellos mismos los matan? ¿cómo se sentiría si supiera que los hermanos mayores le quitan a los más débiles para poder mantener su "status" y placeres? ¿Si cada día sus propios hijos la prostituyeran o la alquilaran al mejor postor para poder ganar ellos y sus pandillas?

Sin embargo, todos, pecho henchido, decimos: "TE AMO, PERÚ".

Pero, ¿acaso es amor decirlo un par de días al año? ¿Acaso es amor salir a emborracharse tomando el nombre de la patria como si eso le hiciera algún tipo de bien? ¿Acaso es amor que su cumpleaños sea un pretexto para mi propia satisfacción?

Acaso, amamos al Perú cuando decimos:

- La estirpe del "peruano" es ser un pendejo.

- Todos los peruanos son ociosos.

- Al peruano no le gusta avanzar y quiere todo fácil.

- El peruano es un ser que ha nacido para ser oprimido, es su estirpe, en su insignia.

O tal vez la amamos más cuando criticamos lo que nos afectará de manera directa y dejamos de lado o no nos informamos de aquello que afecta a nuestros hermanos, coterráneos, compatriotas más débiles. O cuando dejamos que las cosas simplemente pasen sin intentar algo para cambiarlas, siquiera en lo más mínimo, siquiera con un detalle pequeño...

Hoy, 28 de julio de 2010, aquellos que tuvimos la dicha de nacer dentro de esta patria llamada Perú o que, por una cuestión de herencia y de sangre tenemos la buenaventura de llamarla nuestra, la celebramos, la amamos más, se nos pinta el alma de blanco y rojo, el corazón se nos hace una escarapela y sentimos que, a pesar de todo, el Perú es lo mejor que nos pudo haber pasado. Pero dentro de toda celebración, siempre queda el lugar a la reflexión...

Y sí, amemos al Perú... Pero amemos al Perú amando a su gente. Amemos al Perú respetándolo. Amemos al Perú haciendo que las cosas sucedan y no simplemente esperando. Amemos al Perú conociendo su historia. Amemos al Perú teniendo memoria, no dejando que alguien con un poco de poder siga destruyéndola. No dejando que alguien hablador, florero, lenguaraz la siga prostituyendo vendiéndonos fantasías e ilusiones magnificas. Amemos al Perú preocupándote por cada uno de sus rincones. Amemos al Perú como amaríamos a quien nos recibió cuando la vida se hizo en nosotros.

Pero, felizmente, a pesar de todo lo negativo, aun podemos decir: FELICES FIESTAS PATRIAS, pero que sean realmente eso, PATRIAS y no una deformación o desviación de aquello que debería significar.

Video: Transformemos el Perú